Fortalecemos nuestra identidad, defendemos nuestros territorios
- onamiap
- 5 ago
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En las comunidades kukamas kukamirias de Arahuante y Tamarate se vienen desarrollando las Escuelas Itinerantes de Derechos Humanos impulsadas por ONAMIAP en el marco del Proyecto "Levántate: Jóvenes indígenas defendiendo su territorio ancestral - Fase III", estos espacios tienen como principal motivación fortalecer a los y las jóvenes respecto a lo importante de la autoidentificación, los derechos colectivos de los pueblos indígenas, amenazas y violencias. Estas espacios se han extendido también con talleres para la comunidad. En Tamarate, con adultos y adultas; en Arahuante, con mujeres madres. Estos procesos han cerrado esta pequeño primer ciclo llevando lo aprendido para afuera, a la comunidad. Demostrando que son espacios vivos donde florecen la memoria, la identidad y la fuerza colectiva para defender el territorio.
Las y los jóvenes han desarrollado diversas actividades, una de ellas fue la intervención de espejos en el espacio comunitario como un gesto simbólico para invitar a mirarse, reconocerse y recordar que la defensa del territorio comienza por la identidad. Así también, desarrollaron un pequeño audiovisual preguntando Y tú, ¿Qué harías para defender a la Madre Naturaleza? En él, comparten sus compromisos y promesas desde una mirada propia, tejida con respeto por la tierra, el agua, los animales y los espíritus que habitan su territorio. Por otro lado, en Tamarate, en el cierre de la Escuela Básica de Derechos Humanos fue una celebración de la memoria. las y los adolescentes presentaron una obra en la que reafirmaron su orgullo por ser indígenas y el derecho a vivir desde su cultura, sin discriminación.

Los y las adultas de ambas comunidades también compartió con la toda la comunidad, el grupo de mujeres madres Waina Wika presentó un teatro de sombras que denunció los impactos de la palma aceitera en sus territorios. A través de imágenes y silencios, defendieron su derecho a una vida digna en un territorio libre, enraizando su palabra en la sabiduría de las mujeres indígenas. Asímismo, los y las adultas del Taller Integrativo de Derechos Humanos compartieron un cuento tradicional sobre la Umisha a través de la misma técnica.

Las escuelitas no son solo espacios pedagógicos: son territorios de conciencia, donde se siembra identidad para cosechar organización. En un contexto de constantes amenazas, fortalecer la memoria y la palabra de niñas, niños, jóvenes y mujeres es una forma de resistir, de sanar y de proteger a la Madre Naturaleza desde el corazón de los pueblos.








