“Las mujeres indígenas defendemos las vidas, todas las vidas. Porque si esas vidas se destruyen, nos destruyen también a nosotras, porque sin ellas no tenemos vida, porque las personas somos también parte de la naturaleza”, señaló Melania Canales Poma, presidenta de ONAMIAP, en el Foro Sembrando Vida: mujeres resistiendo al extractivismo, realizado el martes 5 de octubre.
Este Foro organizado por ONAMIAP y la Asociación SER, fue la culminación de un Encuentro del mismo nombre realizado los días 4 y 5 de octubre. Y estuvo precedido de un plantón frente al Congreso de la República en el que participamos mujeres de ONAMIAP y de la Plataforma Nacional de Afectados y Afectadas por Metaloides, Metales Pesados y otras Sustancias Químicas Tóxicas.
Participaron como expositoras y compartieron sus testimonios de resistencia, Delicia Salón, pueblo Kukama, Loreto; Marcela Puente, pueblo quechua, Puno; Elsa Benavente, Plataforma, Huancavelica; y María López, Pueblo Yanesha, Selva Central de Junín. Cerraron el Foro Melania Canales, presidenta de ONAMIAP; Yolanda Zurita, coordinadora de la Plataforma; y la congresista Ruth Luque, vicepresidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuano, Ambiente y Ecología. La moderadora fue Raquel Reynoso de la Asociación SER.
Delicia Salón dijo que, producto de más de 40 años de actividad petrolera, hay muchos niños y niñas con anemia y desnutrición. Se han producido muchos derrames en sus ríos, antes tenían gran cantidad de peces en los ríos, ya no hay, y los sembríos tampoco dan buena producción. “¿Cómo vamos a sustentar a nuestros hijos, a nuestras familias?”, se peguntó.
Marcela Puente afirmó que las mineras han llevado a las comunidades al fracaso económico y en la salud. Porque su tierra está contaminada y el alimento que producen se lo dan a sus hijos. “Mi padre era minero, recordó, yo pensaba hay plata, se trabaja, se vive bien. Pero de qué sirve eso si los ríos son envenenados”. Las aguas contaminadas del río desembocan en el lago Titicaca.
Elsa Benavente señaló que, desde la época de la Colonia, Huancavelica ha sido saqueada. Es la tierra del mercurio. Hoy hay gran minería. Hay familias en la pobreza, metales pesados en la sangre. Y el Ministerio de Energía y Minas ha aprobado el estudio de impacto ambiental de una empresa minera. “Esta es la gota que ha rebasado el vaso, porque es un proyecto que está en plena cabecera de cuenca”, advirtió.
María López compartió que el río Perené, en Chanchamayo, está muy contaminado por una empresa minera, desde hace 30 años. “Los pueblos originarios vivimos a orillas de ese río, con peces contaminados. Nos alimentamos del río, pero ahora no podemos consumirlo. Ni bañarnos con esa agua. Pero los niños lo hacen. Y les salen hongos en el cuerpo”, indicó. Agregó que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha tomado muestras, pero no les dan los resultados de los análisis.
Yolanda Zurita dijo que la Plataforma se creó hace tres años. Tres años en búsqueda de construcción de una política de salud ambiental y humana. Está conformada por 15 regiones. Tienen un Comité Coordinador integrado por dos representantes de la zona amazónica (Yurimaguas y Chiriaco), dos de la zona andina (Puno y Ancash) y una de la zona costera (Callao).
Melania Canales dijo que el envenenamiento de la sangre es producto del extractivismo, de la destrucción de la Madre Tierra. Y que como ONAMIAP desde el 2019 estamos promoviendo el proyecto que reconoce los derechos de la Madre Naturaleza, sus ecosistemas y especies. Que la vean no como recurso, sino como un ser vivo y sujeta de derechos.
La congresista Ruth Luque aseguró que este proyecto será parte de la agenda de la Comisión del Congreso de la que es vicepresidenta. “Es fundamental que otros actores sepan que no se trata de ideología, sino de que se respeten los derechos fundamentales. Hay que garantizar que este tema tenga un presupuesto específico para que se garantice la atención en salud. Y para eso se necesita voluntad política”, aseveró. “Cuenten conmigo para trabajar codo a codo”, se comprometió.
Todas las panelistas enfatizaron su compromiso de luchar juntas en defensa de la vida, de sus derechos y de la Madre Naturaleza. “Porque quiero un futuro mejor para nuestros hijos y nietos”, dijo Delicia Solón. “Vamos a sumar y multiplicar, para ser miles de mujeres para luchar por nuestra Pachamama”, convocó Marcela Puente. “Porque nuestra vida vale, porque el agua es vida y la vamos a defender”, afirmó Elsa Benavente. “Porque queremos soluciones concretas para nuestros pueblos”, demandó María López. “Para estrechar lazos y continuar la lucha por una vida digna”, señaló Yolanda Zurita. “Porque las mujeres defendemos la vida para las futuras generaciones”, concluyó Melania Canales.
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