El presidente Pedro Castillo dio marcha atrás en una de sus peores decisiones en lo que va de su gobierno. La salida del gabinete de Héctor Valer debe traducirse en cambios sustantivos y revertir el giro a la derecha del gobierno, que no puede seguir excusándose en la victimización para justificar su claudicación.
Mientras ese “nuevo gabinete” mantenga el extractivismo seguiremos prolongando la herencia corrupta y asesina del fujimontesinismo que golpea todos los días a los pueblos y las mujeres indígenas. La mayoría del Congreso de la República defiende esa herencia, donde los sectores más derechistas se oponen tenazmente a todo asomo de cambio o mínima reforma.
Esa misma derecha que ahora pretende encabezar la indignación ciudadana pidiendo vacancia cuando es también responsable. Jamás estaremos de acuerdo con el fujimorismo y sus aliados, que solo persiguen sus intereses, mantener la explotación y proteger a sus mafias. Lo que exigimos a Pedro Castillo es que cumpla los compromisos por los cuales fue elegido.
En menos de seis meses de gobierno nuestras esperanzas por el cambio han ido desdibujándose y sentimos agotarse la confianza que dimos con nuestros votos a Pedro Castillo. Pero desde un inicio dejamos claro que esos votos no representaron un cheque en blanco.
Hoy, nuevamente, le recordamos al presidente la Plataforma de DOCE PUNTOS NO NEGOCIABLES que las mujeres indígenas le entregamos entre la primera y segunda vuelta electoral:
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