Asesinato de indígena matsiguenka evidencia una vez más la indiferencia criminal del Estado.
El asesinato de Gerardo Keimari Enrique, indígena matsiguenka, evidencia una vez más la absoluta falta de voluntad política del Estado para proteger las vidas de quienes defendemos nuestros territorios y la Madre Naturaleza. Esta indiferencia criminal ya ha cobrado más de treinta vidas de líderes y lideresas indígenas.
Gerardo Keimari Enrique era parte del Mecanismo Intersectorial para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos conocía de las amenazas en su contra. Supuestamente, tenía medidas de protección. Que no funcionaron.
El Estado no cumple su deber de proteger las vidas. Por el contrario, emite normas como la Ley Antiforestal, que promueve las actividades ilegales, y la ley que crea los llamados comités de autodefensa (Ley CAD), que promueve el paramilitarismo y vulnera nuestro derecho a la libre determinación, al permitir el ingreso de personas armadas a nuestros territorios.
Todo esto hace cómplice a la dictadura, ejercida desde los poderes Ejecutivo y Legislativo, de la muerte de Gerardo Keimari Enrique. Exigimos justicia por nuestros muertos, no más asesinatos, no más destrucción de las vidas. Ratificación del Acuerdo de Escazú.
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