En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas abrazamos con más fuerza nuestra memoria ancestral de lucha y resistencia.
En permanente lucha por nuestros derechos, los pueblos indígenas resistimos desde hace más de quinientos años a un sistema impuesto a sangre y fuego que niega la diversidad cultural y destruye la diversidad biológica. Dicen que se llama “desarrollo”, pero está llevando a nuestra Madre Tierra hacia la destrucción de las vidas. Hoy, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, enarbolamos la defensa de las vidas abrazando esa memoria ancestral de lucha y resistencia.
Enarbolamos también nuestras identidades culturales, fuentes de todos nuestros derechos, derechos que emanan y ejercemos desde nuestros territorios ancestrales integrales. Territorios que enfrentan múltiples violencias. Porque el despojo territorial y la destrucción de la Madre Naturaleza son consustanciales al capitalismo extractivista.
Nuestras identidades culturales, nuestros modos de vida son considerados obstáculos. Es la continuidad del colonialismo y su racismo estructural. Ese que pretende asimilarnos y por eso nos discrimina por hablar nuestras lenguas, usar nuestras propias vestimentas, estigmatizando nuestras formas de vida como sinónimo de “atraso”. Ese racismo que hoy en el Perú se expresa en represión, criminalización, asesinatos, leyes y normas que vulneran cada vez más nuestros derechos y los derechos de nuestra Madre Naturaleza.
Hoy que el mundo habla ya no de calentamiento sino de ebullición global, ratificamos nuestro compromiso de defender nuestros modos de vidas, desde el ejercicio de nuestro derecho a la libre determinación, para la continuidad de todas las vidas.
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se conmemora cada 9 de agosto en reconocimiento a la primera reunión de trabajo de las Naciones Unidas sobre la población Indígena que tuvo lugar en Ginebra en 1982. Este Día Internacional de los Pueblos Indígenas 2023, lleva el título de "Juventud Indígena, agente de cambio hacia la autodeterminación", y reivindica la posición que deben ocupar los y las jóvenes Indígenas en la toma de decisiones. A esa juventud indígena la convocamos a abrazar nuestra memoria de lucha y resistencia para garantizar su continuidad.
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