Han pasado dos meses desde el derrame de petróleo ocurrido en Cuninico y el Estado no atiende a las comunidades afectadas ni establece un diálogo transparente con las autoridades indígenas de la zona. La Federación de Mujeres Indígenas Kukama del río Marañón y su afluente el río Samiria, “Huaynakana Kamatahuara Kana”, base organizativa de ONAMIAP, denuncia que la última acta dada a conocer el 4 de noviembre en la ciudad de Nauta por la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM), a través de los funcionarios de la Secretaría de Gestión Social y Diálogo (SGSD), no recoge todas las demandas presentadas por los apus de las 29 comunidades que conforman el distrito de Parinari y por la presidenta de Huaynakana Kamatahuara Kana, Mariluz Canaquiri.
Esta Federación pone en evidencia que el Estado se empeña en minimizar los pedidos de las autoridades indígenas realizados en esa fecha. Esta actitud constituye una violación de los derechos de los pueblos indígenas establecidos en el Convenio 169 de la OIT, entre ellos el de nuestra participación en la toma de decisiones que nos afectan directamente. Una de las demandas centrales de las comunidades fue el acceso a agua potable, un punto que ha sido borrado en la nueva acta realizada por la PCM sin haber sido consultado previamente.
Demandamos celeridad en la atención al pueblo kukama del Marañón, cuyas comunidades tienen su salud y sus vidas amenazadas. El pronunciamiento de la Federación confirma que el derrame ocurrido el último 16 de setiembre ha dejado hasta la fecha 6 muertos, la mayoría mujeres indígenas: “…han fallecido sin explicación alguna en nuestras comunidades, lo cual atribuimos a la contaminación del río Marañón, que es nuestra principal fuente de agua y sustento”.
Según los informes de la OEFA y la ANA, los monitoreos de calidad de agua que se realizaron el 21 de octubre señalan que el petróleo ha seguido llegando a otras comunidades de la cuenca del río Marañón. Las más expuestos a enfermedades son las personas adultas y adultos mayores, así como mujeres y niñas/os. Por esta razón el 3 de noviembre se declaró en Estado de Emergencia Ambiental; sin embargo, se hace necesaria la declaratoria del Estado de Emergencia por desastre o peligro inminente.
El desastre ocurrido nuevamente en el Río Marañón se exacerba con la indiferencia del Estado, hasta la fecha se vienen incumpliendo una serie de trabajos de evaluación, entre los más graves están que la Dirección Regional de Salud (DIRESA) todavía no realiza el monitoreo de calidad de agua para consumo humano y la falta de ayuda humanitaria que debía ser gestionada por el Gobierno Regional de Loreto (GOREL).
Las mujeres y pueblos indígenas demandamos el respeto a nuestro territorio integral. Que se reconozca a la Madre Naturaleza como sujeta de derechos. ¡Basta de tantos atropellos!
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