La Organización de Mujeres Indígenas de la Nación Yánesha - OMANAYA construye propuestas de economía indígena que respetan el derecho de los pueblos indígenas y la Madre Naturaleza. Además, implementan iniciativas para preservar sus conocimientos ancestrales para fortalecer su seguridad y soberanía alimentaria y la protección de sus territorios frente a los impactos de la crisis climática.

En la provincia de Oxapampa, región Pasco, los impactos de la crisis climática afectan a las vidas que habitan en la Madre Naturaleza, pueblos y territorios indígenas. Las chacras extensivas (monocultivos), deforestación, incremento de la economía ilegal y la contaminación de ríos y territorio (por desagües y uso de plaguicidas) ocasionan la escasez de animales, plantas medicinales y alimentos ancestrales; degradación de tierras, aparición de plagas y enfermedades.
Esto repercute negativamente en la integridad y supervivencia de todas las vidas, así como en el disfrute del Buen Vivir y el derecho a la seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos y las mujeres indígenas indígenas de la Amazonia. Asimismo, incrementa el desinterés en la agricultura y ocasiona el desplazamiento de comuneras y comuneros indígenas de sus territorios ancestrales.
Estas reflexiones fueron materia de diálogo y discusión por dirigentas y socias de la Organización de Mujeres Amazónicas de la Nación Yánesha (OMANAYA), organización de mujeres indígenas de la provincia de Oxapampa, Pasco, con la finalidad de construir propuestas de economía indígena y Buen Vivir, incidir ante los gobiernos locales y desarrollar iniciativas desde sus conocimientos ancestrales, su derecho a la libre determinación y a la participación política para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria y la protección del territorio integral ancestral.
Entre las propuestas que construyeron desde OMANAYA, resaltaron: impulsar la instalación de una mesa de trabajo integrada por representantes de la organización junto a autoridades municipales y la Dirección Regional de Agricultura de Pasco (DRAP) para el desarrollo del plan de ordenamiento territorial desde la libre determinación de los pueblos indígenas; priorizar la reforestación de zonas degradadas con plantas maderables, tintóreas y medicinales; y promover la instalación de piscigranjas y crianza de animales menores en comunidades, entre otras iniciativas.
Posterior a ello, y a la par del desarrollo de las acciones de incidencia, durante la primera semana de julio, las dirigentas y socias de OMANAYA iniciaron un proceso participativo de diseño e implementación de un proyecto piloto. Para ello, realizaron un intercambio de experiencias en el “Bosque de Saberes” que viene implementando la comunidad nativa Ñagazú, conjuntamente con la escuela, para preservar sus plantas medicinales, tintóreas y ancestrales desde su identidad cultural y protección al territorio desde el conocimiento intergeneracional. Además, visitaron el jardín botánico en Villa Rica, fortaleciendo sus conocimientos, saberes y motivaciones para poner en práctica sus aprendizajes implementando huertos familiares a nivel individual y colectivo e iniciar la implementación de Bosques de Saberes.
“A mí me gustó el trabajo que han hecho los estudiantes y la comunidad. Como mamás nos podemos comprometer, llevar la experiencia y compartir con la comunidad, con nuestros jóvenes”, comentó una socia de OMANAYA. “Nos llevamos la experiencia para hacer nosotras mismas, tenemos un inmenso bosque y plantas medicinales para conservar”, mencionó una dirigente luego de la pasantía.
De esta manera, las socias y dirigentas de OMANAYA se comprometieron a continuar un plan de actividades con la finalidad de replicar la iniciativa desde sus conocimientos ancestrales colectivos con el objetivo de fortalecer y revalorar la identidad cultural y la soberanía alimentaria desde sus territorios para hacer frente a la crisis climática.
Estas actividades fueron realizadas por ONAMIAP, en alianza con OMANAYA, y con el apoyo de Oxfam, en el marco del proyecto “Contribuir a la propuesta de economía indígena solidaria desde la visión de las mujeres indígenas frente a la crisis climática y alimentaria”.
Opmerkingen