Presidenta de ONAMIAP recordó que esta es una iniciativa de las organizaciones indígenas, en particular de mujeres indígenas.
El Ministerio del Ambiente (MINAM) lanzó en Dubai el fondo Climático para Mujeres Indígenas, presentándolo como un gran logro, pero sin mencionar que esta propuesta nació de las organizaciones indígenas integrantes de la Plataforma de los Pueblos Indígenas frente al Cambio Climático (PPICC) y sin que la versión final haya sido aprobada por esta institucionalidad indígena en la estructura del Estado.
En el evento de lanzamiento, Ketty Marcelo López, presidenta de ONAMIAP, señaló claramente que la propuesta nació de las organizaciones indígenas, en particular de las organizaciones de mujeres indígenas. “Es un desafío, no un gran logro”, remarcó. Y añadió que las organizaciones indígenas no estamos compitiendo por fondos, sino que necesitamos seguir construyendo y trabajando en procesos.
El hecho que el fondo lanzado en la COP28 no haya sido aprobado por la PPICC es un atentado contra los derechos de participación de los pueblos indígenas, sobre todo cuando la versión remitida no se ajustaba a derecho ni a aspectos técnicos básicos. Por ello, ONAMIAP observó oportunamente los límites de la propuesta presentada por el MINAM que no solo refuerza la monetarización de nuestros territorios sino también contradice formas propias de economía indígena. Además, representa una amenaza de despojo del conocimiento científico ancestral de los pueblos y mujeres indígenas.
ONAMIAP planteó claramente también que la estructura presentada por el MINAM es la de un proyecto de búsqueda de fondos y debe ser reformulada. Nuestra propuesta fue y es la de un fondo climático de y para las mujeres indígenas. Y su objetivo debe responder a otorgar financiamiento climático a las mujeres indígenas y sus organizaciones para implementar medidas de adaptación y mitigación desde nuestra ciencia y tecnología ancestral.
También advertimos que la propuesta carece de un enfoque colectivo y protagónico de los pueblos y mujeres indígenas, porque no solo debe dar cuenta de la alta vulnerabilidad que venimos enfrentando en la crisis climática, sino también del rol trascendental que tenemos los pueblos y mujeres indígenas en la construcción de estrategias que contrarresten los impactos de la crisis climática.
Señalamos que es importante dejar sentado que la PPICC y las plataformas regionales son las instancias llamadas para articular y ser los canales con autoridad para la gobernanza y gestión de los fondos y acciones climáticas. Para ello, es importante establecer salvaguardas basadas en derechos de los pueblos y mujeres indígenas para el acceso e implementación de los fondos. Tales salvaguardas deberán estar de acuerdo con los estándares internacionales en la materia.
Finalmente, señalar con relación a la propuesta de incluir en el documento a las comunidades locales como parte de una propuesta de alcance global, reiteramos nuestro desacuerdo con su inclusión por sus implicancias jurídicas diferenciadas en términos de derechos e intereses, categoría que ha sido observada también por instancias internacionales como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, el Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Mecanismo de Expertos sobre el Derecho de los Pueblos indígenas.
Es urgente que el MINAM replantee su enfoque fragmentado sobre nuestros territorios integrales de los pueblos indígenas que ha tenido en la COP28 y que solo haya posibilitado la participación de los gobernadores de la Mancomunidad Amazónica.
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