En el segundo día del paro agrario de 72 horas, comuneras y comuneros indígenas en Ayacucho protestan en defensa de las cuencas de agua que están siendo destruidas por la actividad minera. Son cerca de 150 concesiones mineras otorgadas sin consulta ni consentimiento previo, libre e informado de las comunidades quechuas en Ayacucho, concesiones que ocupan el 26.1% del territorio de la región, de acuerdo con INGEMMET.
Las mujeres indígenas de Ayacucho organizadas en FEREMIA estamos en defensa de la Madre Naturaleza. La defendemos para las futuras generaciones, contra las múltiples violencias del Estado y la actividad minera, cuyas concesiones avanzan a gran escala en Ayacucho.
"En la provincia de Vilcashuamán se fijó una reunión donde participó el Estado, con sus ministerios y congresistas de la región, pero no quisieron suscribir ningún acuerdo ni acta por el rechazo rotundo del pueblo a las actividades mineras que han contaminado nuestras fuentes de agua, nuestra cordillera. Ese ha sido el motivo de nuestra indignación y se ha realizado este paro que fue advertido días antes, y pese a ello, el Estado ni el Gobierno Regional han querido escuchar nuestras peticiones", señaló una dirigenta indígena ayacuchana.
El Estado está actualmente usurpado por una dictadura marcada por la corrupción y que ha derramado sangre en Ayacucho. Esta dictadura, desde el Congreso y el Ejecutivo promueve leyes que flexibilizan los estándares ambientales y profundizan la destrucción de nuestra Pachamama.
"Todos nuestros pueblos vivimos de nuestra Pachamama, nuestros ojos de agua están ubicados en nuestros apus y es lamentable que las autoridades no puedan tomar en cuenta, y solo quieren el destrozo de nuestra Pachamama, generando la hambruna, la contaminación, el desplazamiento de nuestras comunidades. Nosotros queremos proteger nuestra Madre Naturaleza, nuestras culturas (...) tenemos que pensar en las generaciones que vienen y las consecuencias que esto puede traer. Debemos proteger a nuestra Madre Tierra que es quien nos ha dado la vida", señaló una dirigenta indígena de Huancasancos, provincia donde el Estado ha otorgado 47 concesiones mineras que abarcan distritos enteros.
Exigimos al gobierno nacional y al gobierno regional de Ayacucho fortalecer la soberanía y seguridad alimentaria, proteger el agua y no destruir. Con todo esto está destruyendo nuestras vidas. Todas las vidas.
¡En defensa de las vidas! ¡Basta de destrucción de la Madre Naturaleza y de los derechos de los pueblos y las mujeres indígenas!
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