Desde ONAMIAP, exigimos que el Estado atienda, de manera urgente, las condiciones de salubridad de los penales y realmente verifique que se implemente el protocolo de atención ante el coronavirus en las cárceles, bajo un enfoque de interculturalidad y de género.
Penal Castro Castro | Foto: Renzo Salazar
Las cárceles del Perú arden. El día de ayer, 27 de abril, se reportaron motines en los penales de Ancón 2 en Puente Piedra; Miguel Castro Castro en Lima; Huamancaca Chico en Huancayo. Entre sus demandas, los reclusos denunciaron que tanto los trabajadores como ellos carecen de las mínimas medidas para prevenir y detener la expansión generalizada del coronavirus.
Más de 15 días después de la confirmación oficial de un fallecido por coronavirus en un penal, la situación dentro de los penales continuó siendo la misma. Todo esto, pese a que el 12 de abril, el jefe del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), Gerson Vill, señaló que ya se estaba implementando el protocolo de seguridad en todos los penales: “La prioridad es tener protegido al personal del INPE y a los internos y así, evitar un contagio masivo”.
El día de ayer, los internos organizaron un motín en diversos penales del país, para exigir mejores condiciones de salubridad, pues no solo tenían enfermos de dengue, infecciones, tuberculosis o VIH sin ser atendidos, sino que existían “posibles casos de coronavirus”.
Durante la noche de ayer el jefe del INPE confirmó la muerte de tres internos en el penal Castro Castro, pero hoy queda la duda de si fueron por el enfrentamiento del motín o por el coronavirus. Y es que, según declaró, “las causas de las muertes vienen siendo registradas”. No obstante, a través de las imágenes registradas en el penal, se logró ver a dos miembros del INPE, con uniformes para evitar el contagio del coronavirus, que cargaban una bolsa negra utilizada para colocar cadáveres. Y también el ingreso de dos ambulancias en un lapso de 20 minutos.
Con 5 casos confirmados de coronavirus por el mismo INPE al 5 de abril, lo que tocaba era extremar las medidas de prevención y seguridad para evitar el contagio generalizado. Y más si que considera que existe un 138 % de hacinamiento dentro de los penales.
¿Qué pasó con el protocolo de seguridad para los penales? ¿Por qué los reos denunciaron que seguían sin acceder a mascarillas o implementos básicos de higiene?
El grito desesperado que se escucha en un video registrado en el motín de Castro Castro lo resume todo: "Los internos se están muriendo y nadie dice nada".
Desde ONAMIAP, exigimos que el Estado atienda, de manera urgente, las condiciones de salubridad de los penales y realmente verifique que se implemente el protocolo de atención ante el coronavirus en las cárceles, bajo un enfoque intercultural y de género. La salud es un derecho humano que no excluye a los presos del país, donde más del 35% de ellos es población penitenciaria procesada y no sentenciada. Y el 5% es población mayor de 60 años. También, exigimos que se realicen pruebas a los reclusos y trabajadores del INPE. Y que se conozca la situación de internos e internas que forman parte de la población vulnerable y en más riesgo de contraer coronavirus, como las mujeres, los niños, los ancianos e indígenas. De acuerdo al censo penitenciario 2016, 9552 se autoidentifican como Quechua; 975, como aymara; y 28 como indígenas de la Amazonía. ¿De qué manera los protocolos de acción ante el coronavirus las y los consideran?
¡Prevención y atención para todas y todos!