top of page

Comunidades indígenas quechuas y asháninkas trabajan para fortalecer el Buen Vivir y derechos colectivos desde sus propias perspectivas.

Foto del escritor: onamiaponamiap

En un contexto de incertidumbre, debilitamiento y ausencia del Estado garante de los derechos individuales y colectivos, ONAMIAP y sus bases organizativas de la región Junín (OMIASEC) y la región Cusco (FEMCA), desde el 2023 vienen impulsando el fortalecimiento de los derechos de los pueblos indígenas, acompañando a cuatro comunidades nativas del pueblo Asháninka y seis comunidades campesinas del pueblo Quechua.


Tras la implementación de diagnósticos comunitarios sobre la situación y ejercicio de sus derechos colectivos en las comunidades indígenas, durante los últimos meses, dos comunidades asháninkas de la región Junín y dos comunidades campesinas (una de la región Ayacucho y otra de Cusco), continuaron trabajando intensamente para fortalecer el ejercicio de sus derechos colectivos al Buen Vivir, territorio integral, soberanía alimentaria y a la integridad cultural, entre otros, desde sus propias perspectivas recuperando y fortaleciendo sus conocimientos, tecnologías, prácticas y costumbres ancestrales.


Las cuatro comunidades, a través de talleres, analizaron los resultados de los diagnósticos comunitarios, establecieron prioridades, fortalecieron capacidades y formularon propuestas de proyectos comunitarios para fortalecer sus derechos colectivos.


En la región Junín, las dos comunidades asháninkas priorizaron fortalecer el derecho a la alimentación y el territorio integral. La Comunidad Nativa La Esperanza, viene implementando una piscigranja y desarrollando acciones (mapeos comunitarios, reforestación y formulación un plan de incidencia) para el saneamiento legal de los linderos de su territorio, mientras que la Comunidad Nativa Pachacútec, se enfoca en implementar una parcela comunal de cultivo de alimentos con abonos orgánicos, recuperando semillas y fortaleciendo capacidades para implementar parcelas familiares recuperando conocimientos y tecnologías ancestrales.



“Este trabajo está bien, no sabíamos de los linderos de la comunidad, ahora que podemos ver con GPS, es un gran apoyo. Nunca hemos hecho medición, no sabemos manejar GPS, fácil nos engañan, ahora queremos hacer bien todo hasta culminar y tener las mediciones del territorio de nuestra comunidad”, mencionaron en la CN La Esperanza, tras la referenciación de los linderos comunales con el apoyo del GPS y los conocimientos ancestrales de la comunidad. "Es importante conocer bien nuestros linderos, tener nuestro derecho y vivir tranquilos, va a ser un avance arreglar todos nuestros problemas de nuestro territorio”, agregaron.



En Ayacucho y Cusco, comunidades quechuas priorizaron fortalecer su derecho al territorio integral, gestionando el agua tanto para el consumo humano y cultivo de alimentos, recuperando saberes y practicas ancestrales de siembra y cosecha de agua para asegurar su disponibilidad y garantizar la soberanía alimentaria, la salud y la vida de las familias y la comunidad indígena.


“El agua es importante para nuestro consumo, para los animales y las plantas. Estamos recuperando conocimientos, tecnologías y costumbres para trabajar la tierra, cuidar y manejar el agua para consumo y para la agricultura, para comer bien, como antes, cultivando y preparando nuestros alimentos. Debemos mantener la organización ancestral del agua; plantar sauce, lambra, chichil, qantu, rayon; mejorar nuestras faenas; hacer pagapu (ofrenda) y capacitaciones”, mencionaron en la comunidad campesina Chungui en Ayacucho.



En la CC Villa del Carmen, Cusco, señalaron: “Nuestros estatutos hemos hecho inscribir a Registros Públicos, para hacer respetar nuestra agua, ahí está plasmado. También hemos reforestado y construido la represa, cuando se junte agua, vamos a pensar en más grande”



En el proceso se han desarrollado espacios de capacitación, análisis y reflexión sobre la importancia de generar experiencia para ejercer derechos colectivos desde las mismas comunidades, gestionando apoyo financiero sumado al trabajo comunitario, compartir aprendizajes con otras comunidades y construir propuestas de incidencia para demandar compromiso de los gobiernos locales para priorizar presupuesto e implementar proyectos comunitarios.


Estas actividades se han implementado mediante la articulación de las bases organizativas de ONAMIAP: FEREMIA en Ayacucho, OMIAASEC en Junín y FEMCA en Cusco; junto a la participación y compromiso de comuneros y comuneras de la CN La Esperanza, CN Pachacútec, CC Chungui y CC Villa del Carmen, con la facilitación de dirigentas de bases, autoridades comunales y equipo técnico de la organización.


Los proyectos comunitarios se implementan en el marco del proyecto “Navegador Indígena, hacia el pleno y efectivo reconocimiento y realización de los derechos de los Pueblos Indígenas”, que permite, a las comunidades desarrollar una experiencia valiosa y fructífera.

Comments


bottom of page