Una vez más la derecha arremete contra nuestros pueblos, pero la resistencia crece en toda la región. El martes 26 de octubre, las movilizaciones remecieron muchas ciudades del Ecuador, contra el alza de combustibles decretada por el gobierno de Guillermo Lasso.
La capital, Quito, y provincias como en Guayas, Cotopaxi, Latacunga e Imbabura se manifestaron pese al estado de emergencia decretado por el gobierno. La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) denunció el incremento de la presencia policial y militar, así como la detención de manifestantes. Las cifras oficiales señalan un total de 18 detenidos.
Leonidas Iza, presidente de CONAIE, declaró a una radio local que "de manera traicionera, Lasso incrementa el precio de los combustibles. Y no podemos estar de acuerdo que, en una crisis tan profunda, saliendo de la pandemia, se incrementen los precios".
Lasso dispuso congelar el precio de los combustibles, que se incrementaban automáticamente cada mes, pero en la misma norma estableció un aumento de los combustibles. Esto, junto con el estado de emergencia, que da facultades extraordinarias a militares y policías, desató las protestas. En Ecuador, el bloqueo de carreteras está prohibido por la ley.
Las organizaciones indígenas y sociales demandan que el gobierno de Lasso congele los precios de la gasolina extra, de mayor consumo en el país, y el diésel a tasas más bajas y que examine una focalización para algunos sectores afectados por la pandemia. Señalan que los más ricos deben pagar más.
Esta es una demanda común en toda la región, donde las derechas, desde el gobierno o la desde la oposición, arremeten contra los derechos humanos individuales y colectivos para mantener el sistema que privilegia la acumulación individual sobre la vida. Y que responde con criminalización y represión el ejercicio del derecho a la protesta.
Desde ECMIA SUR expresamos nuestra solidaridad con la lucha de los pueblos ecuatorianos. Y exigimos al gobierno de Lasso la atención de sus demandas.
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