El Relator Especial sobre sustancias tóxicas y derechos humanos de las Naciones Unidas, Marcos Orellana, visitó la sede de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazóinicas del Perú, ONAMIAP, el Viernes 25. En la reunión participaron la presidenta de ONAMIAP Melania Canales Poma, su Secretaria de Juventud y Niñez Karen Huere Cristóbal y las lideresas de bases Margarita Machacca Quispe y Guadalupe Flores Chacca de Puno, y María Luz Canaquiri Murayari de Loreto.
Ellas expusieron cómo las actividades extractivas impuestas sin cumplir con la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, envenenan la sangre y los territorios de los pueblos indígenas. Y cómo el Estado, en este caso el Ministerio de Energía y Minas, se niega a someter a consulta y consentimiento el otorgamiento de concesiones mineras y petroleras en territorios indígenas.
Otro derecho vulnerado, indicaron las lideresas indígenas, es la carencia de una institucionalidad indígena en la estructura del Estado. El Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, ente rector en materia de pueblos indígenas, no solo omite su obligación de promover y proteger los derechos colectivos sino que además desarrolla políticas regresivas en este tema.
El Relator Especial expresó que la obligación del Estado es garantizar los derechos humanos a los que se ha comprometido al ser parte de tratados internacionales. Y que el rol de las organizaciones indígenas es exigir esos derechos. Agregó que, pese a haber solicitado al Estado realizar una visita oficial al Perú, aún no obtiene respuesta. Precisó que su visita actual es académica y recoge información, mientras que una visita oficial implica la elaboración de un informe, la emisión de recomendaciones al Estado y el seguimiento de su cumplimiento.
Marcos Orellana reconoció que, si bien la problemática expuesta por ONAMIAP afecta a muchas personas y en muchos lugares, lo hace en mayor medida a los pueblos y las mujeres indígenas, “porque ustedes viven en armonía con el medio ambiente y éste les da no solo sustento material sino también espiritual y de identidad cultural. Ustedes proporcionan lecciones para superar la emergencia climática”, subrayó.
Los derrames petroleros que desde hace más de cincuenta años sufren los pueblos indígenas amazónicos y los relaves mineros en los andes, dejan miles de personas con metales pesados en la sangre, traen nuevas enfermedades, mujeres que no pueden concebir o sufren abortos espontáneos. A eso se suman los ríos contaminados donde ya no se encuentran peces, ganado que se envenena al beber sus aguas, tierras que ya no producen. En suma, la pérdida de sus actividades de sobrevivencia, la migración de la juventud, y el deterioro de la identidad cultural.
El Relator Especial Marcos Orellana concluyó su visita a ONAMIAP solicitándole estar en permanente contacto y hacerle llegar información sobre la situación de los derechos de los pueblos y las mujeres indígenas.
La visita del representante de la ONU se realiza a pedido de ONAMIAP, la Plataforma Nacional de Personas Afectadas por Metales, Metaloides y Otras Sustancias Químicas Tóxicas en el Perú, la Mesa Técnica de Salud Ambiental y Humana, y OXFAM.
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