Institución que debe defender y promover derechos fomenta organizaciones paralelas para dividir a los pueblos indígenas.
El acaparamiento de todos los poderes e instituciones del Estado por parte de la dictadura está dando resultados. La intención es perseguir, criminalizar y desaparecer a los movimientos sociales y sus organizaciones, en particular aquellas que representan a los pueblos y las mujeres indígenas. Un mecanismo para ello es crear organizaciones paralelas. Y la Defensoría del Pueblo se presta a este juego al convocar a una ilegal e ilegítima “Primera Cumbre Nacional de Pueblos Indígenas” que se viene realizando del 25 al 29 de noviembre en Ucayali.
Desde ONAMIAP rechazamos esta convocatoria mediante la cual se pretende legitimar a falsas organizaciones afines al modelo extractivista que despoja territorios indígenas y los destruye. Incluso algunas de ellas estarían vinculadas a mafias que amenazan y asesinan a líderes, lideresas y autoridades indígenas.
La función central de la Defensoría del Pueblo es, precisamente, “defender y promover los derechos de las personas y la comunidad, con autonomía y énfasis en los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad, mediante la supervisión al cumplimiento de las obligaciones del Estado”.
Un derecho colectivo fundamental de los pueblos indígenas es la libre determinación para decidir nuestros modos de vida, lo que incluye nuestros modos de organizarnos. La Defensoría del Pueblo está vulnerando este derecho al promover organizaciones paralelas serviles al sistema. ¿De qué autonomía hablamos entonces?
Desde ONAMIAP exigimos a la Defensoría del Pueblo suspender está “Primera Cumbre Nacional de Pueblos Indígenas” y asumir sus reales funciones de defender y promover el conjunto de derechos humanos colectivos e individuales. Basta de servilismo a los poderes económicos legales e ilegales y a la dictadura que hoy los representa.
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