Onamiap. 09 de mayo, 2014.- Las organizaciones indígenas nacionales del Perú decidieron consensuar y presentar juntas una Agenda Indígena sobre el Cambio Climático. El acuerdo se adoptó en la reunión que sostuvieron el martes 6 de mayo con los representantes del Estado peruano frente a la COP 20.
El evento se efectuó en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), convocado por el equipo del Frente Público, uno de los cinco sectores establecidos por el Estado peruano para la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 20).
Participaron de la inauguración: Gabriel Quijandría, viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), Ernesto Ráez, responsable del Frente Público de la COP20 de Lima y Claudia Gálvez, punto focal para Pueblos Indígenas del Frente Público.
Se decidió conformar una comisión de doce miembros de los pueblos originarios conformada por las seis organizaciones del Pacto de Unidad de Organizaciones Indígenas (CCP, CNA, ONAMIAP, FENMUCARINAP, CUNARC, UNCA) y representantes de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap).
Se acordó asimismo crear un espacio de diálogo permanente para la construcción y desarrollo de la Agenda Climática Nacional y que facilitará su tratamiento con los diversos sectores del Estado debido a que en esta oportunidad se extrañó la ausencia de otros sectores aparte del Minam.
Posición indígena del Pacto de Unidad
El Pacto de Unidad cuestionó el enfoque y los ejes de la agenda climática nacional oficial que se reduce a cinco temas pre establecidos: a) Bosques; b) Glaciares, Montañas y Seguridad Hídrica, c) Energías sostenibles, d) Ciudades Sostenibles y e) Océanos.
Sus miembros advirtieron con preocupación la ausencia de temas claves en nuestra región como: territorios seguros, ecosistemas sostenibles, el agro y la soberanía alimentaria, protección de los bienes comunes y recursos naturales, entre otros.
Los representantes del Pacto de Unidad afirmaron que la agenda climática nacional presentada por el Estado peruano tiene un enfoque “ambientalista” cuando el cambio climático es un problema que afecta al desarrollo de la sociedad en su conjunto y no se reduce al factor ambiental.
Los ejes presentados omiten destacar factores críticos que agravan la vulnerabilidad de los pueblos ante el cambio climático como la actividad minera en cabeceras de cuenca, la explotación a tajo abierto, la desaparición y contaminación de fuentes naturales de agua, entre otras actividades extractivitas.
El Pacto de Unidad propuso una visión holística del cambio climático, destacando que no es un problema solo de ambiente, recursos o de gases de efecto invernadero, “sino de relaciones sociales que dañan a la Madre Tierra”.
Planteó una visión integrar frente al cambio climático y adoptar los enfoques globales de: derechos humanos, intergeneracional y de género en todas las políticas, programas y planes.
También un enfoque ecosistémico pues todos y todas somos parte de la Madre Tierra, y conformamos una comunidad indivisible vital de seres interdependientes e interrelacionados con un destino común.
Antolín Huáscar, coordinador del Pacto de Unidad, afirmó que los pueblos originarios y las comunidades indígenas de costa, andes y amazonía somos los más vulnerables al cambio climático. Las poblaciones más empobrecidas, cuyas actividades de subsistencia dependen de los ecosistemas y condiciones climáticas, seremos las más afectadas, agregó.
La agricultura, la ganadería, el desarrollo rural, la pesca y la acuicultura serán afectados drásticamente. La biodiversidad se verá reducida. Y todo esto “tendrá un fuerte impacto en la salud y la seguridad y soberanía alimentaria” expresó Antolín Huáscar, dirigente de la Confederación Nacional Agraria (CNA).
Gladis Vila Pihue, vocera del Pacto de Unidad, destacó la obligación del Estado para garantizar la Seguridad territorial de las tierras y territorios indígenas para el Buen Vivir, la Vida Plena y la gobernanza territorial indígena. Asimismo, revalorar los conocimientos, saberes y prácticas tradicionales de nuestros pueblos para enfrentar el cambio climático.
Lourdes Huanca y Témpora Pintado, de la FENMUCARINAP, destacaron que la agenda climática debe hacer visible el rol de la mujer indígena en la lucha contra el cambio climático y aplicar el lenguaje inclusivo.
Señalaron que el cambio climático afecta con más énfasis a las mujeres rurales campesinas e indígenas porque afrontan la carga familiar frente a fenómenos como la sequía o inundaciones, ante la migración de sus esposos.
Esther Bellido Castro, también de FENMUCARINAP cuestionó asimismo que uno de los ejes aluda solo a las “Ciudades Sostenibles” excluyendo a las comunidades rurales que también deben ser objeto de atención.
Mauro Cruz Layme de UNCA y Óscar Rodríguez, de la CUNARC, acentuaron la necesidad de controlar las actividades industriales que agravan el cambio climático (extractivismo) y deterioran los ecosistemas (cuencas, fuentes de agua, biodiversidad, contaminan, etc.) que son básicos para la subsistencia de los pueblos originarios.
Jorge Prado Sumari (CCP) y Marcelino Bustamante (CNA) dijeron que la agenda climática nacional debe orientarse a la construcción de un modelo de desarrollo sostenible, en armonía con la Madre Tierra, donde el crecimiento económico no agreda los ecosistemas ni afecte la supervivencia de nuestras comunidades originarias.
Komen