Exigimos garantizar la seguridad jurídica de nuestros territorios integrales ancestrales y reconocer a la Madre Naturaleza como titular de derechos.
Los pueblos y mujeres indígenas somos titulares de derechos y actores determinantes en las políticas y planes y programas del Estado para contrarrestar los impactos del cambio climático. Los gobiernos regionales y locales deben comprenderlo a cabalidad y no vernos solo como “beneficiarios”. Esto implica construir o actualizar sus estrategias regionales frente al cambio climático con plena participación de nuestras organizaciones.
Este fue el planteamiento central expresado por Ketty Marcelo López, presidenta de ONAMIAP, en la reunión de la Plataforma de los Pueblos Indígenas para enfrentar el Cambio Climático (PPICC) con representantes de los gobiernos regionales para identificar los avances y desafíos de la PPICC.
El cambio climático impacta doblemente en nuestras comunidades. Se trata de nuestros derechos humanos. Tiene que ver con nuestra economía, alimentación salud. Por eso desde el 2019 luchamos para constituir un espacio propio donde dialogar sobre nuestra ciencia y tecnología ancestrales para enfrentar la crisis climática, recordó Ketty Marcelo.
Puntualizó que la primera condición para las estrategias, planes y programas relativos al cambio climático es garantizar la seguridad jurídica de nuestros territorios integrales ancestrales y reconocer a la Madre Naturaleza como titular de derechos. Sin embargo, el Estado otorga concesiones para actividades extractivas y emprende proyectos de infraestructura que destruyen la naturaleza y afectan el ejercicio de nuestros derechos. Y reiteró que nos oponemos a la mercantilización de la Amazonía porque ésta rompe nuestro vínculo esencial con la Madre Naturaleza.
Se necesita también, agregó, una visión integral, financiar programas de protección de nuestros glaciares, que alimentan los ríos costeros y amazónicos, y considerar los bosques amazónicos y costeros, sin monetarizar ni mercantilizar nuestros territorios. Si se accede a recursos de la cooperación internacional, no permitir que nos impongan su agenda sino partir de las propias necesidades de los pueblos y las mujeres indígenas.
Para fortalecer la PPICC como la institucionalidad indígena en materia de cambio climático a nivel nacional, regional y local, el Estado debe garantizarle un presupuesto, indispensable para la implementación de sus acuerdos e instrumentos de gestión. Tenemos un reglamento, pero aún no se emite la resolución que lo oficializa, recordó la presidenta de ONAMIAP. Esto es urgente para operativizar la Plataforma, así como lo es el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental.
Señaló que las organizaciones indígenas, con nuestros propios presupuestos, construimos planes de vida e implementamos medidas de mitigación y adaptación desde nuestra ciencia y tecnología ancestral. Los gobiernos regionales y locales deben tomar en cuenta nuestros planes de vida como instrumentos de gestión e incorporar nuestra ciencia y tecnología ancestral en el diseño e implementación de sus medidas de adaptación y mitigación.
Finalmente, destacó que, en diálogo intercultural con dos gobiernos regionales, ONAMIAP y sus bases regionales de Ayacucho (FEREMIA) y Junín (OMIAASEC) impulsamos y logramos la creación de Plataformas Climáticas Regionales Indígenas en dichas regiones. El próximo paso es construir y aprobar sus reglamentos y planes de trabajo. Son ejemplos que deben ser recogidos e implementados por todos los gobiernos regionales.
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