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Foto del escritoronamiap

No puede haber adaptación al cambio climático sin seguridad jurídica para los territorios indígenas



ONAMIAP realizó conversatorio “Balance de la COP20 y desafíos hacia la COP21 desde la visión de los pueblos indígenas”


Para los pueblos indígenas y sus organizaciones, con el respaldo de los movimientos sociales, ningún programa y política relativa al cambio climático será real y efectiva si no se garantiza la seguridad jurídica de los territorios de los pueblos indígenas, coincidieron en señalar la tarde del martes 24 de marzo diversos panelistas que participaron en el Conversatorio “Balance de la COP20 y desafíos hacia la COP21 desde la visión de los pueblos indígenas”, organizado por la Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú – ONAMIAP en coordinación con Derecho, Ambiente y Recursos Naturales – DAR.


El conversatorio contó con la participación de representantes del Estado, los pueblos indígenas y los movimientos sociales, quienes coincidieron en señalar la necesidad de caminar juntos y juntas hacia la COP21 y contar con una estrategia a largo plazo en el Perú para enfrentar el cambio climático. Un desafío inmediato es garantizar un proceso participativo y transparente en la construcción de las contribuciones nacionales.


Los representantes de los pueblos indígenas y los movimientos sociales coincidieron en señalar las contradicciones entre el discurso del Estado peruano, que fue anfitrión de la COP20 realizada el año pasado en Lima, y las políticas que vulneran el medio ambiente y los derechos colectivos para fomentar la inversión privada.


Antolín Huáscar, Presidente de la Confederación Nacional Agraria (CNA) y Coordinador del Pacto de Unidad de las organizaciones indígenas, dijo que “se dan normas que van contra nuestros derechos y contra el medio ambiente. La Ley 30230, el Proyecto de Ley 3941 enviado por el Ejecutivo al Congreso, el DS 001-2015 del Ministerio de Energía y Minas. De ahí viene la crisis alimentaria, el desplazamiento, los problemas sociales”, advirtió.


Plinio Pizango, representante de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), indicó que “para reducir la deforestación es necesario garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas”.


También Gladis Vila Pihue, Presidenta de ONAMIAP, fue enfática al advertir que “no puede haber adaptación sin seguridad jurídica de nuestros territorios, por eso pedimos la titulación de nuestras comunidades al cien por ciento”.


Respecto a las contradicciones entre el discurso y la práctica del Estado, Ibis Fernández, representante de la CGTP en la Cumbre de los Pueblos, puntualizó que “se ha aprobado, post COP20, el ingreso al país de agroquímicos tóxicos. Se ha aprobado post COP20 sacar el tema ambiental de la currícula escolar”.


Coincidió con ellos César Gamboa, Director Ejecutivo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), para quien “existen contradicciones entre los discursos y los retrocesos en materia ambiental. Hay que tomar en cuenta el contexto nacional e internacional. Se debilitan las cuestiones ambientales y sociales para facilitar la inversión, desde las salvaguardas del Banco Mundial y al interior de nuestro país. Todo eso impacta en la construcción de políticas sobre cambio climático”.

Balance del Estado



En el Conversatorio participaron Rosa Morales, Coordinadora de Negociaciones, y Carlos Loret de Mola, en cargado del Frente Público de la COP2O del Ministerio del Ambiente.


Rosa Morales destacó como resultado de la COP20 el Llamado de Lima para la Acción Climática, cuyo anexo es hoy el borrador del texto de negociación que se discutirá en la COP21 que se realizará a fines de este año en París. Reconoció, sin embargo que “hace un año se pensaba que en París se tendría todo lo requerido para el nuevo régimen climático. Pero hoy tenemos claro que queda mucho por discutir. Lo que estamos viendo es que París no es un punto de llegada sino un punto de partida”.


En cuanto al financiamiento climático, dijo que a inicios de noviembre, se logró que varios países establecieran sus contribuciones al Fondo Verde. En la COP20 hubo nuevos compromisos de financiamiento y estos hoy llegan a los 10 mil millones de dólares. El 50% del Fondo Verde debe dedicarse a adaptación.


Otros resultados son el programa de trabajo de Lima sobre género. “El aporte de las mujeres en el debate y la acción, que trae su propia visión, es cada vez más relevante y más importante. Su rol es fundamental y debe estar presente en todo”, subrayó.


Por su parte, Carlos Loret de Mola explicó que la agenda hacia la COP21 tiene cinco temas emblemáticos: energía, bosques, montaña y agua, ciudades sostenibles y residuos sólidos.


Agregó que este año se realizará la reunión del Banco Mundial y el FMI en el Perú, “allí queremos seguir viendo el tema en los side-events. El cambio climático ya no es solo un tema ambiental, es político y económico. Hay que poner estos temas en la agenda y quienes toman las decisiones deben internalizarlos”.


Caminar juntos y juntas


Los participantes en el Conversatorio destacaron los aportes y propuestas de los movimientos sociales y la sociedad civil, en particular el Programa Nacional de Adaptación Comunitaria elaborado por el Pacto de Unidad de las Organizaciones Indígenas. “No solo hubo una COP20, también hubo una Cumbre de los Pueblos que movilizó a 25 mil personas y ha posicionado el tema de la crisis global, que el cambio climático es causado por el modelo económico, que en nuestro país es un modelo primario exportador”, recordó Ibis Fernández.


Tanto los representantes del Estado como los de la sociedad civil enfatizaron la necesidad de caminar unidos hacia la COP21 y hacia una estrategia integral de largo plazo sobre el cambio climático. Para Gladis Vila, es positivo que en la COP20 se haya decidido incorporar el enfoque de género en las negociaciones, “pero falta el enfoque intercultural”.


Suyana Huamaní, del Grupo Perú COP20, manifestó que los movimientos sociales deben ser vistos como aliados por el Estado. “Queremos que se discuta con transparencia y amplia participación. En el tema de las contribuciones nacionales, pedimos incluir el tema de adaptación. Queremos participar activamente de ese proceso. Y en el del Fondo Verde”.


Antolín Huáscar expresó que los pueblos indígenas somos los más afectados por el cambio climático. Al respecto, Gladis Vila dijo que “hace muchos años las hermanas que somos parte de ONAMIAP empezamos a manifestar los cambios bruscos. Compartimos testimonios y de ellos salió que los manantiales y puquiales se están secando. Y que debíamos ir más lejos para conseguir leña”.


Dijimos entonces que la Madre Tierra nos está hablando, ¿qué nos decía? Ahora tenemos la certeza del cambio climático. Hemos perdido las cosechas y ya no tenemos semillas para sembrar. Aparecen nuevas enfermedades para los animales. Como ONAMIAP queremos visibilizar la afectación diferenciada a las mujeres indígenas. Por eso también exigimos políticas públicas diferenciadas.


El gran desafío, subrayó la presidenta de ONAMIAP, es caminar juntos y juntas hacia la COP21. “La Madre Tierra nos necesita a todos y todas”, concluyó.

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