Al concluir nuestra "Escuela de formación para defensoras territoriales", consideramos importante reflexionar en torno a los aprendizajes logrados a lo largo de cinco módulos. Por ello, el taller de evaluación de nuestra escuela fue vital en nuestro camino de fortalecimiento y defensa de nuestra Madre Naturaleza.
Esta evaluación nos permitió identificar aquello que podemos mejorar. Asimismo, definimos qué temas necesitamos trabajar en el futuro, a fin de contar con más herramientas para la exigencia de nuestros derechos individuales y colectivos, en particular para la defensa de nuestro territorio integral ancestral.
Durante los primeros días de febrero estuvimos en las comunidades nativas shipibas de Sempaya, Shahuaya y Santa Ana, cuyos territorios se ubican en el distrito de Tahuanía, provincia de Atalaya, región Ucayali. Con ellas desarrollamos la evaluación colectiva de nuestra escuela.
En esta evaluación identificamos amenazas, zonas importantes, cuerpos de agua, entre otros elementos de nuestros territorios, en mapas que nos permitieron ver lo que sucede dentro y fuera de los límites comunales. También compartimos aportes en torno a la cartilla "Defender nuestro territorio es defender nuestras vidas", donde conocimos acerca del Mecanismo intersectorial de protección a personas defensoras de derechos humanos.
Con todo ello, seguimos sumando esfuerzos y conocimientos ancestrales para que se respeten nuestros derechos territoriales y para expresar nuestras demandas concretas frente a las amenazas y despojos.
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