Con el objetivo de informarse y tomar conciencia acerca de las políticas económicas y fiscales del Perú, un total de 158 mujeres indígenas de Ayacucho participaron en talleres sobre extractivismo, derechos y justicia fiscal, en los que construyeron propuestas para avanzar hacia el cierre de las desigualdades y el logro de la justicia fiscal.
Los talleres fueron realizados por ONAMIAP en coordinación con las bases de la Federación Regional de Mujeres Indígenas de Ayacucho (FEREMIA). En ellos, las participantes reflexionaron acerca del impacto del extractivismo en nuestros derechos individuales y colectivos, conocieron aspectos claves de la política fiscal, la tributación y el presupuesto público.
Durante el debate, coincidieron en identificar la urgente necesidad de una nueva Constitución Política del Estado, porque la actual, heredada de la dictadura fujimorista, es la que sienta las bases para la imposición del extractivismo, la vulneración de derechos, los contratos-ley de estabilidad tributaria y los beneficios tributarios.
La actual Constitución fue hecha específicamente para imponer el capitalismo neoliberal extractivista, que recoge los postulados del Consenso de Washington, que prácticamente anula el rol fiscalizador del Estado, garantizando privilegios a las grandes empresas, quienes son las que finalmente imponen las políticas públicas.
Entre las propuestas para avanzar hacia la justicia fiscal y el cierre de desigualdades, señalaron el fortalecimiento organizativo de las mujeres indígenas, el conocimiento pleno de sus derechos colectivos e individuales como pueblos y mujeres indígenas, la fiscalización y exigencia de rendición de cuentas a los diversos niveles y sectores de gobierno, la participación en la formulación de presupuestos públicos, la eliminación de los privilegios tributarios y la lucha efectiva contra la corrupción.
Los talleres se realizaron los días 10 y 11 de febrero en San Miguel, provincia La Mar, con 25 mujeres quechuas; 12 y 13 en Sarhua, provincia Víctor Fajardo, con 36; 17 y 18 en Vilcashuamán, con 24; 21 en Huancasancos, con 26; el 22 en Lucanamarca, con 27; y 23 y 24 en Chuschi, con 20.
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