Las madres indígenas somos hijas de la Madre Tierra, la cuidamos como ella nos cuida. Por eso somos dadoras de vida, no solo biológica sino cultural. Protegemos todas las formas de vida para proteger a nuestros hijos y nuestras hijas, nuestras familias, nuestras comunidades, nuestros pueblos.
En cada semilla que cuidamos, en la defensa de nuestros territorios integrales, que incluyen bosques, agua, biodiversidad, en la transmisión de nuestros conocimientos y prácticas tradicionales, heredadas de nuestras ancestras: día a día, somos guardianas de la vida y la identidad. Porque esa de esa permanente defensa, de nuestra ancestral resistencia, nace precisamente nuestra identidad cultural.
En este Día de la Madre, va el abrazo de ONAMIAP para las madres indígenas y para todas aquellas que hacen de su maternidad un ejercicio más de resistencia y de lucha por nuestros derechos individuales y colectivos.
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