Desde el 20111, cada 11 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Niña con la finalidad de promover el reconocimiento de los derechos de las niñas y dar a conocer a la opinión pública los problemas excepcionales que ellas afrontan.
Hoy llamamos a la reflexión sobre la particular realidad de las niñas indígenas que mañana crecerán y continuarán enfrentándose a la desigualdad, la discriminación y otras múltiples formas de violencias que como mujeres indígenas resistimos.
En el Perú las brechas de género y etnicidad son enormes e impiden que podamos ejercer plenamente nuestros derechos. Si hablamos del derecho a la identidad: de los hombres y mujeres indígenas sin DNI, el 65% son mujeres. Muchas niñas indígenas de los Andes y la Amazonía no cuentan con un acta de nacimiento que les abra las puertas a la salud, la educación y otros derechos fundamentales; lo que a su vez les cierra las puertas a gozar de una vida plena.
De acuerdo a los resultados de los Censos Nacionales 2017, el 24% de mujeres indígenas no sabe leer ni escribir; ellas fueron niñas que no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela. Mientras que entre las hablantes de castellano solo el 6% no tiene nivel educativo alguno, la cifra llega a 20% entre las quechuas (frente al 7% de los varones), 16% entre las aymaras (frente al 5% de los varones) y 20% en las indígenas amazónicas (frente al 14.5% de los varones).
Una de las causas de ello es que menos de la mitad de comunidades campesinas y nativas tiene una institución educativa de nivel secundario: 24% en el caso de las nativas y 40% en las campesinas. Por ello, aunque el 84% de niñas indígenas terminan la primaria, la cifra se reduce al 41% de adolescentes indígenas que culmina la secundaria, menos de la mitad. Y lo hacen con un índice de atraso de 20,4%.
Otras cifras alarmantes son las relacionadas al embarazo adolescente: el 37,4% de adolescentes indígenas amazónicas estuvo alguna vez embarazada. Muchas como producto de una violación sexual. De 526 casos de violencia sexual reportados por mujeres indígenas, 55 de las víctimas fueron menores de 10 años. Hay que insistir en que se trata de casos atendidos por el Ministerio Público, sabemos que la mayoría no denuncia.
Frente a esa realidad, nuestra lucha como Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) es por el ejercicio pleno de esos derechos, colectivos e individuales. Nuestra primera resistencia es contra la invisibilidad, por ello hoy queremos decir que nuestras niñas existen y tienen derechos.
Comentários