
Basada en el ejercicio de nuestros derechos, el cuidado de la Madre Naturaleza y nuestra ciencia y tecnología ancestral.
Las políticas de reactivación económica se centran en el fomento de las actividades extractivas, mientras nuestra economía indígena enfrenta la crisis climática y el empobrecimiento monetario, poniendo en riesgo nuestra seguridad y soberanía alimentarias. Frente a ello, las mujeres indígenas construimos una propuesta de economía propia, basada en el ejercicio de nuestros derechos, el cuidado de la Madre Naturaleza y nuestra ciencia y tecnología ancestral.
Para avanzar en la construcción de esa propuesta, ONAMIAP desarrolló en Huamanga el taller “Economías emancipadoras para garantizar la gobernanza territorial integral ancestral y la soberanía alimentaria desde las mujeres indígenas”, con mujeres quechuas de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, en el que analizamos los impactos negativos del modelo económico hegemónico y nuestra apuesta por una economía propia que nos conduzca hacia el Buen Vivir.
Empezamos por recoger la memoria de nuestros ancestros y ancestras para precisar lo que entendemos hoy por buen vivir. Identificamos los derechos vinculados a ello con énfasis en los derechos a la autonomía y la libre determinación. En ese marco, cuestionamos el modelo de desarrollo y precisamos cómo impactan las actividades de ese modelo en nuestros territorios y modos de vida colectivos.
Como resultado de todo este diálogo, construimos colectivamente nuestras prioridades y estrategias para el Buen Vivir, empezando por señalar las actividades económicas propias que debemos recuperar o fortalecer en nuestros territorios integrales ancestrales para garantizar nuestra soberanía alimentaria.

Para lograrlo, concluimos, debemos fortalecer nuestras organizaciones y exigir garantías para el ejercicio de nuestros derechos, incidir ante las autoridades locales y trabajar para que las nuevas generaciones indígenas revitalicen nuestras actividades económicas propias. económica se centran en el fomento de las actividades extractivas, mientras nuestra economía indígena enfrenta la crisis climática y el empobrecimiento monetario, poniendo en riesgo nuestra seguridad y soberanía alimentarias. Frente a ello, las mujeres indígenas construimos una propuesta de economía propia, basada en el ejercicio de nuestros derechos, el cuidado de la Madre Naturaleza y nuestra ciencia y tecnología ancestral.
Para avanzar en la construcción de esa propuesta, ONAMIAP desarrolló en Huamanga el taller “Economías emancipadoras para garantizar la gobernanza territorial integral ancestral y la soberanía alimentaria desde las mujeres indígenas”, con mujeres quechuas de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, en el que analizamos los impactos negativos del modelo económico hegemónico y nuestra apuesta por una economía propia que nos conduzca hacia el Buen Vivir.
Empezamos por recoger la memoria de nuestros ancestros y ancestras para precisar lo que entendemos hoy por buen vivir. Identificamos los derechos vinculados a ello con énfasis en los derechos a la autonomía y la libre determinación. En ese marco, cuestionamos el modelo de desarrollo y precisamos cómo impactan las actividades de ese modelo en nuestros territorios y modos de vida colectivos.
Como resultado de todo este diálogo, construimos colectivamente nuestras prioridades y estrategias para el Buen Vivir, empezando por señalar las actividades económicas propias que debemos recuperar o fortalecer en nuestros territorios integrales ancestrales para garantizar nuestra soberanía alimentaria.
Para lograrlo, concluimos, debemos fortalecer nuestras organizaciones y exigir garantías para el ejercicio de nuestros derechos, incidir ante las autoridades locales y trabajar para que las nuevas generaciones indígenas revitalicen nuestras actividades económicas propias.

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