El derecho a la identidad y el pleno ejercicio de la defensa del territorio fueron algunos de los temas centrales del primer módulo de la “Escuela de Derechos Humanos para jóvenes Kukama” llevado a cabo en las comunidades de Shapajilla y Nuevo San Juan del distrito de Parinari, Loreto. En este primer módulo “Jóvenes indígenas unidas a su territorio ancestral” se reflexionó sobre los sistemas de desigualdad y dominación a los que los pueblos indígenas fueron sometidos, reforzando sus conocimientos acerca de la nación Kukama y su historia de resistencia frente el colonialismo.
Las jóvenes de las comunidades ubicadas en la cuenca del Marañón participaron en sesiones de trabajo donde desarrollaron ideas clave para el fortalecimiento de su identidad cultural a través de la historia frente al extractivismo, tal como la recordada “Fiebre del caucho”: uno de los episodios más crueles de la historia del Perú y que explotó y asesinó a muchas hermanas y hermanos de la Amazonía, generando que el pueblo kukama huya de sus territorios. A pesar de ello, el pueblo kukama persiste y está en proceso de revitalización de su propia cultura, lo cual es clave para el desarrollo de la identidad cultural de las nuevas generaciones.
La autoidentificación de los pueblos indígenas es importante para conservar la cultura de nuestros pueblos. Las culturas son dinámicas e interactúan entre sí, pero ello no debe hacernos perder de vista nuestra identidad y nuestras raíces. “No dejamos de ser kukamas por usar celular, vestirnos de cierta manera o tener tecnología”, fue una de las ideas que surgieron durante las sesiones realizadas.
Asimismo, las jóvenes reflexionaron sobre los conocimientos que han adquirido desde sus ancestras, como las plantas medicinales y las actividades cotidianas como el sembrar, cosechar, preparar alimentos, entre otras. Actividades que reafirman su cultura kukama. En torno a ello, las jóvenes también manifestaron qué prácticas les gustaría retomar de su cultura. Por ejemplo, E.F.H. (13 años) señaló que le gustaría recuperar su idioma originario y también la cerámica kukama: “Me gustaría hacer la artesanía con cerámica que se hacía antes. Por ejemplo, las tinajas, los baldes o las ollas que había antiguamente”.
Al final del primer módulo las participantes destacaron la labor de la Federación de Mujeres Kukama del Samiria y Marañón “Huaynakana Kamatahuara Kana”, que desde el 2001 promueve y lucha por los derechos de las mujeres indígenas Kukama-Kukamiria, así como también está comprometida con la protección de la Madre Naturaleza y su cultura ancestral. Las mujeres organizadas transforman sus territorios, por ello es necesario que, desde jóvenes, las mujeres indígenas compartamos espacios de reflexión y acción para defender nuestras familias, nuestros territorios y nuestra cultura.
Sobre la escuela:
La Escuela de derechos humanos para jóvenes kukama es desarrollada por la Federación indígena de mujeres Kukama kukamiria del Samiria y Marañón “Huaynakana Kamatawara Kana” junto a Onamiap y con el apoyo de Amnistía Internacional. Las comunidades nativas de Shapajilla, Nuevo San Juan y Parinari participan de esta segunda fase.
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