Mujeres indígenas shipibas y ashéninkas se reunieron los días 12 y 13 de marzo en la ciudad de Pucallpa, región Ucayali, en el primer encuentro de la Escuela de formación para defensoras territoriales, donde compartieron sus experiencias, conocimientos y reflexiones respecto a las problemáticas generadas por las actividades extractivas desarrolladas en sus territorios, las cuales vulneran nuestros ecosistemas y nuestros derechos individuales y colectivos.
El encuentro fue organizado con la Federación de Mujeres Indígenas de la Provincia de Atalaya (FEMIPA) y la Organización Regional de Mujeres Indígenas de la Región Ucayali (ORDEMI), bases de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP). Participaron un total de 25 representantes de las comunidades nativas Boca Apinihua, Sheyamashya, Puntijao (pueblo ashéninka), Shahuaya, Santa Ana, Sempaya, Vista Alegre, Nueva Saposoa, Nueva Palestina y Caimito (pueblo shipibo). Cada una de las participantes expresó enérgicamente las distintas problemáticas territoriales por las que atraviesan sus comunidades.
Clara Fernández, shipiba de la comunidad nativa Santa Ana, reflexionó sobre lo que pasa en su comunidad, con la contaminación de sus aguas y sus bosques. “Podemos pensar juntas cómo solucionar estos problemas, si estamos desunidas no se va a lograr. Debemos llegar a acuerdos”, señaló. Por su parte, Maruja Pinedo, ashéninka de la comunidad nativa Boca Apinihua, comentó que “da mucha pena que el jefe [comunal] y las autoridades estén acabando con el bosque. Cuando regrese a mi comunidad les voy a decir que ya no metan empresas y que ya no talen árboles”.
En la misma línea, Irene Chávez, de la comunidad shipiba Nueva Palestina, denunció que “con las empresas madereras entran tractores, los cuales funcionan con aceites quemados y derraman petróleo. Cuando eso pasa se llenan los pozos, sobresale el agua y se contamina nuestra cocha, ya no se puede consumir el agua. Por eso nosotras recogemos y tratamos de dispersar el petróleo del agua. Estas empresas están haciendo mucha contaminación”.
Al igual que varias comuneras presentes en el encuentro, Irene propuso compartir sus conocimientos y reflexiones con sus hermanas: “Ahora que he escuchado estos días, voy a juntar a mujeres en la comunidad y contar esto que he aprendido”; propuesta a la que se sumó Roxana Pérez, de la comunidad ashéninka Sheyamashya: “Voy a compartir lo que me han enseñado para cuidar nuestro bosque, a nuestro río y a nuestra madre naturaleza”.
El encuentro se centró en la reflexión y reforzamiento de los conceptos y en dialogar sobre la defensa del territorio integral ancestral. Además, a modo de repaso de los dos módulos de la Escuela de formación ya concretados por la ONAMIAP en las comunidades mencionadas, las participantes visibilizaron los distintos tipos de violencia que han observado o vivido dentro y fuera de sus comunidades y se comprometieron a luchar contra las violencias físicas, psicológicas, sexuales, económicas, familiares y territoriales.
Asimismo, recordaron temas abordados como liderazgos colectivos, la identidad cultural, el machismo, el racismo y el colonialismo; y dialogaron sobre la importancia de la defensa de los derechos individuales y colectivos.
Este Encuentro se desarrolló en el marco del proyecto “Defendiendo a las defensoras y los defensores ambientales, protegemos la Amazonía”. Tuvo como protagonistas a mujeres indígenas de los pueblos ashéninka y shipibo de las provincias de Atalaya y Coronel Portillo, región Ucayali.
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