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Foto del escritoronamiap

Aún existen grandes brechas que impiden el ejercicio de nuestros derechos

Cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, cuyo objetivo es reconocer el papel decisivo de las mujeres en la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. Fue establecido por Naciones Unidas en diciembre de 2007 y se observó por primera vez el 15 de octubre de 2008.

La categoría “rural” esconde a las mujeres indígenas, que en el Perú somos descendientes de los pueblos indígenas u originarios que estaban en el territorio antes de la invasión española, pero que hemos sido constantemente invisibilizados por el gobierno que nos denominó como comunidades campesinas y nativas, escondiendo nuestra identidad y limitando nuestros derechos.

Según los resultados de los Censos Nacionales 2017, las mujeres somos 3 millones 503 mil 540, el 47.7% del total de la población rural. Trabajamos la tierra, enfrentamos el cambio climático y desde la pequeña agricultura aportamos más del 70% del total de alimentos que consume el país; además de la conservación de la vida en toda su integridad, a la protección de los bosques y a la perpetuación de nuestra cultura.

En nuestros diferentes espacios a diario enfrentamos el racismo, la violencia y la discriminación. Somos marginadas en los procesos de consulta previa y los medios de comunicación nos estigmatizan. Además, tenemos doble carga laboral y no remunerada en nuestros hogares, lo que no nos deja el tiempo suficiente para poder ejercer nuestro derecho a la participación política y tampoco para capacitarnos.

Ello, sumado al machismo de nuestras comunidades, da como resultado que apenas el 5% de nosotras somos presidentas o jefas de una comunidad. Y solo el 9% dirigimos las juntas de usuarios de agua. En las elecciones generales del 2016, fue elegida una sola congresista indígena.

Pese a todo ello, las mujeres indígenas nos organizamos, fortalecemos nuestras capacidades y construimos propuestas para juntas continuar resistiendo para romper la invisibilidad y el silencio, para exigir el respeto de nuestros derechos y condiciones para su pleno ejercicio, a partir de la reivindicación de nuestra identidad indígena.

En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) saluda a nuestras hermanas indígenas, que día a día trabajan en las zonas rurales. Asimismo, precisamos que las mujeres indígenas andinas y amazónicas no solo estamos en las zonas rurales si no también en las ciudades, donde también mantenemos nuestra identidad cultural, saberes y prácticas ancestrales.

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